lunes, 30 de diciembre de 2013

La herida...La esperanza... y... ¿La "amoralidad"?

Antes de que comiences a leer este blog, si estás buscando fórmulas, pócimas o conjuros de amor, este no es el sitio. No pertenezco a ninguna sociedad esotérica ni nada por el estilo y no me dedico a efectuar rituales, tampoco a defender ni hacer procelitismo de las actividades esotéricas ni el accionar de sus agentes.

Si aún sigues leyendo es porque tienes curiosidad, o seguramente te encuentras en una situación de inestabilidad emocional y te has informado de cómo hacer amarres o hacer un encargo de amarre. Aquí expondré alguno de los motivos que llevan a un ser humano a realizar amarres de amor mágicos, hechizos para enamorar, para atraer al ser amado, para vengarte de tu ex pareja, y tantos otros motivos sentimentales, en donde las diferentes doctrinas espirituales y valores morales, cuestionan los resultados y sus consecuencias. Quizás algo de lo que leas te pueda ayudar a la hora de tomar la decisión de encargar o hacer un amarre.

Si eres escéptico, quizás puedas pensar que es una tontería... Tal vez cambies de opinión cuando reconozcas, que desde el comienzo de la humanidad, teniendo poco conocimiento y uso del fuego, el ser humano a través del tiempo entre las civilizaciones que se extinguieron (y aún hoy en la era post moderna) el hombre ha buscado en el esoterismo las soluciones a las dificultades que se le presentan en diferentes ámbitos y realidades, y que paradójicamente, con las infinitas posibilidades tecnológicas a su alcance, no pueden resolver. Es ancestral. Si tienes la oportunidad de ir de campamento por la noche, o te invitan a una barbacoa, cuando enciendan el fuego, pregúntate "¿Por qué me quedo mirando el fuego?" si puedes liberarte del poder de atracción que tiene el fuego por unos instantes. Un comportamiento totalmente ancestral.

En el infinito universo del comportamiento humano siempre ha existido el dominio, sea político-social, económico, y evidentemente, dando tema al presente blog, el dominio emocional. Por dominio entendemos el poder o ascendiente que se ejerce sobre una u otras personas, una cualidad en común tanto de los primitivos cavernícolas como del homo smartphonesapiens, y no es de extrañar que cuando una persona deja de tener dominio emocional sobre otra, ocurre lo que ocurre hoy en día: separación, desengaños, infidelidades y hasta incluso, los más terribles crímenes. Con sólo ver los informativos últimamente, expulsa sangre la pantalla: la violencia de género es cada vez mas preocupante y en notable aumento. El poder del dominio sentimental, siempre tiene su origen en el más temido de los miedos humanos: la soledad espiritual. Sí, algo que inevitablemente el ser humano de hoy en día, sufre más de lo que debiera.

Luego de exponer claros ejemplos, quiero hacerte ver la realidad de lo que es un amarre: ejercer dominio. Bien, esto no es ninguna novedad, pero resulta sorprendente lo imparciales que somos cuando no nos conviene algo, es decir, nos gusta dominar, pero no ser dominados.

Partiendo de esta premisa, cuando piensas en realizar un amarre de amor, la gente te dirá, o seguramente leerás cosas como "no hagas lo que no te gustaría que te hicieran", "el karma te devolverá lo hecho tres veces" y demás connotaciones por el estilo. Pero, si realmente sientes la necesidad, ¿Quién te impide de hacer algo así? ¿No somos defensores del libre albedrío? La gente defiende el libre albedrío mientras le convenga. Seamos sinceros, el libre albedrío es realizar la acción o decisión que parezca oportuna en un momento, y aquí surge una vez más, una nueva paradoja: si el ser humano persigue primitivamente el dominio de lo que le rodea ejerciendo su libre albedrío, ¿Por qué resulta tan aberrante un dominio emocional y no un dominio económico-social? Claro, descalificamos terriblemente hacer un amarre de amor, y sin embargo si pudiéramos tener una empresa con 700 trabajadores por miserables sueldos y condicionando vidas para llenarnos los bolsillos, lo haríamos sin piedad, y no nos engañemos, ni siquiera tú te harías un planteo ético sobre cada billete que entrase en tu cuenta bancaria.

Ahora entremos más a fondo en el plano del comportamiento. Supongamos que te encuentras en la desesperación de que no consigues pareja, o bien, te agrada alguien con la cual tienes remotísimas posibilidades de llegar a tener relaciones sexuales con esa persona (nadie hace un amarre de amistad). Una vez decidid@ pasas a la acción, y llamas o contactas al brujo: si es alguien que de verdad es de oficio, probablemente te dirá muchas cosas que no quieres oír o no estás dispuest@ a hacer. Uno de los típicos inconvenientes que surgen, es la famosa pregunta "¿Estás segur@?". Para ello, deberás abordar la situación desde la frialdad y no desde la tristeza del rechazo. Como bien decían en otros sites: deseamos lo que no tenemos. Finalmente, luego de extraer hasta la última moneda de tus ahorros y en el caso de que hayas sacado un crédito para efectuar el amarre, finalmente, el hechicero hace su "trabajo" y tú, esperando ansiosamente los resultados.

Siempre, siempre, y siempre, la intencionalidad de efectuar un amarre no es precisamente un acto de amor ni moralidad. Por lo tanto, cuando leas "amarres blancos" y similares, no debes de hacer diferencias entre los "oscuros" y "blancos" ya que el fin en sí, es el mismo: dominio. Francamente, no creo que llegues a una respuesta que contenga el sentimiento de amor puro. De hecho, en ningún amarre lo hay.

Otra de las clásicas situaciones: el despecho. Te han dejado por otr@. Y, si además te lo niegan cuando sabes que tu pareja (ahora ex) te fue infiel desde hace tiempo, pues peor, ya que en tí había una esperanza de que esa persona cambiara. Pues bien, no cambió y te dejó. Ya sabemos lo que sigue a continuación: llantos, rabia, tristeza, depresión... pero cuando quieres realmente amarrar a alguien, ya te había dicho que nadie lo hace por amor. Entonces surge el sentimiento de venganza. Y cuidado aquí: imagina por un momento que el amarre sale bien y tu "amor platónico" vuelve a tus brazos... ¿Serás capaz de soportar el peso de llevar que él o ella, ya se ha revolcado con otr@? Esto depende del nivel de autoestima que tengas, y por lo general, al recurrir a un amarre, no creo que tengas mucha... Peeeero, también es cierto que se han portado mal contigo traicionándote. Entonces, llegarás a ver o te dirán comentarios que hay que respetar el libre albedrío, como justificación de un acto de traición, en el cual la parte perdedora ya se sabe quien es. Volvemos a lo de siempre: la traición se justifica, y un amarre es injustificable. Y no creo que tu ex pareja haya reflexionado éticamente a la hora de cometer la fechoría. Lo hizo y punto.

Y llegamos a la parte mas delicada del asunto: no caer en las estafas. Habrás leído de brujos estafadores, o gente que no le ha resultado el amarre y ponen a parir el esoterismo... Te diré algo: si hay gente a la que no le ha funcionado, también hay gente que ha obtenido resultados satisfactorios. Desde luego que leerás o escucharás que "todo eso es una estafa". Si realmente no funcionara, pues estos brujos no existirían o no se dedicarían al ramo en cuestión. Es más, aún la población sabiendo y ratificando al 100% que estos simpáticos brujitos buscan recaudar ¿Por qué caemos en ellos? ¿Desesperación? Tal vez, pero como dicen siempre "yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay"

Lo que debes de tener en claro es una cosa: si estás decidid@ haz un intento nada más. No te pases media vida intentando amarrar a alguien cuando presientes que la cosa ya se ha ido de tus manos para siempre (nunca mejor dicho). Pero para hacer un intento, has de elegir muy bien al brujo que te ayude. En la web hay muchos sites donde te sugieren como elegir y no caer en manos de estafadores, es algo que lo tienes que valorar muy a fondo. ¿Por qué digo de un solo intento? porque así funcionan los rituales. A la primera ya se sabe si funcionará o no. Por lo tanto, no has de estar obsesivamente gastando lo que no tienes. Además no te quedarás con las ganas de recuperar a tu ex, sea por venganza, rehacer tu vida, ilusión, o cualquier otro motivo... Pero tú y yo sabemos que nunca será amor puro.

Finalmente, quiero hacerte reflexionar sobre lo correcto e incorrecto en los aspectos religiosos. Todas las religiones ejercen el dominio espiritual de la población a costa de las ofrendas dadas por sus fieles, hasta llegar a ser una industria. Vamos a poner por ejemplo a la religión que mas se acerca a la paz espiritual quizás de una forma perfectamente elaborada en su discurso: el budhismo. Si esta religión fuera tan beneplácita en sus plegarias con los fieles, resultaría que también habrían de existir sacerdotizas mujeres que llegaran a la cima de la jerarquía piramidal. Oh casualidad, siempre es UN Dalai Lama el que dirige el cotarro. Lo mismo ocurre en las demás religiones monoteístas (Cristianismo, Judaísmo, Ortodoxos, etc). Con esto quiero hacerte ver que nada ni nadie espiritualmente te castigará hagas lo que hagas o dejes de hacer. Los que hacen verdaderamente daño, como bien me dijo alguien, son los que están entre nosotros. Y aunque estés dolid@ con lo que digo, o no te sientas identificad@, has de valorar tus decisiones íntimamente en el plano emocional como lo habrán hecho contigo seguramente en mas de una ocasión (para bien o para mal), ya que el esoterismo se encuentra fuera de los límites éticos... lo único que tienes que tener en mente, son las consecuencias de lo que puede o no puede llegar a ocurrir. Si no funciona el amarre, déjal@ ir. Si funciona, has de saber convivir con las consecuencias de la realidad que te ha tocado vivir, y es que, amig@ mí@, "lo hecho, hecho está".



Felices fiestas!
León.